de Montaña Nacional e Internacional

Consejos

En la montaña deben observarse una serie de precauciones para intentar evitar accidentes más o menos graves. Aún en época estival, deben tenerse muy en cuenta las condiciones climáticas. Conviene saber:

A la montaña se debe ir siempre con el equipo adecuado, según la estación del año, y en grupos, no en solitario.

Una anomalía típica en la montaña es el “golpe de calor”, que ocurre cuando se realizan esfuerzos prolongados a altas temperaturas. La piel seca y caliente, el calor rojizo o amoratado, la temperatura elevada, y un estado de confusionismo son sus síntomas. Son más proclives a sufrirlo los ancianos, niños, obesos y alcohólicos. Aparte, son comunes el resto de trastornos que produce el sol, como la insolación y el eritema solar.

En una situación de agotamiento por el calor, si se continúa el ejercicio físico fuerte se pueden producir calambres -principalmente en las piernas-, al aumentar la sudoración en condiciones desfavorables.

En la ascensión a la montaña hay que tener presente que a mayor altura, la presión atmosférica desciende, así como la cantidad de oxígeno, por lo que a determinadas cotas de altitud, se producen dificultades en la respiración.

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